viernes, 17 de julio de 2009

FILTROS ARTÍSTICOS EN LA OLYMPUS E-30

Ha habido bastante controversia con el hecho que la Olympus E-30 saliera al mercado con un paquete de “filtros artísticos”.

Por una parte, los que esperaban una cámara avanzada, encuentran que esta posibilidad está dirigida al gran público, no a fotógrafos avanzados, como es el resto de la cámara, por lo que entienden que la inclusión de estos filtros en la Olympus E-30 es devaluar en cierta medida la cámara en su conjunto, argumentando que se ha hecho por presión del equipo de Marketing sobre el de los ingenieros de Olympus, que quita sitio en el dial de modos, o que en definitiva la E-30 no debería incluirlos, dejando esta posibilidad para cámaras más básicas de entrada, como la E-620 o la E-450.

Por otra parte, hay usuarios -indistintamente de su nivel- que sí que encuentran estos filtros (yo preferiría llamarlos “modos artísticos”) de cierto interés y utilidad, al igual que le encuentran su utilidad al flash incorporado, a los modos de escena programados (deportes, playa y nieve, etc.), o a la detección de rostros.

Después de haber usado la cámara durante unos meses y haber hecho unos cuantos miles de fotos con ella, más bien tiendo a incluirme entre estos últimos que encuentran cierta utilidad en los modos artísticos. No soy un gran amigo del post-procesado, y de hecho no manejo ningún programa suficientemente bien, así que si me pueden facilitar un poquito las cosas, mucho mejor.

Al fin y al cabo, muchas características dirigidas al gran público, introducidas inicialmente en cámaras compactas, se han ido haciendo hueco en las cámaras de gamas más altas, hasta llegar hoy en día a las DSLR más profesionales. Además del flash incorporado, los modos de escena programados o la detección de rostros citados más arriba, podemos citar los objetivos autofocus, el Live-View, el modo de disparo “Program”, o los visores electrónicos (EVF).

Además, efectivamente está el argumento comercial: si la cámara es más atractiva para un mayor número de clientes potenciales, se podrá vender mejor, con lo cual los costes de producción por unidad serán más bajos, y por tanto, podrá ser más barata que si no incluye esas posibilidades “no profesionales”. En definitiva, esto tampoco perjudica al fotógrafo avanzado.

Por último, otro argumento es que si el fotógrafo avanzado tira habitualmente en raw, al hacer una foto con los filtros artísticos, al cámara genera dos fotogramas: el raw original intacto, sin procesar, y un jpg (en el tamaño que tenga definido el usuario) con el filtro aplicado, así que lo único que se pierde en el peor de los casos es un poco de espacio en la tarjeta de memoria.

En cualquier caso, es un debate abierto, lógicamente los puristas de la imagen que manejan bien el Photoshop u otros programas de edición prefieren tener un control personal y absoluto sobre la imagen final, lo que es prácticamente incompatible con estos modos artísticos, en los que todo el control se deja a la cámara con poca posibilidad de intervenir por parte del fotógrafo. En fin, esto es verdad, aunque siempre algo se puede hacer:


COMO FUNCIONA

Para activar los modos artísticos hay que seleccionar en el dial de modos la indicación “ART/SCN”. Una vez allí, con los botones de dirección de izquierda y derecha podremos seleccionar si queremos los modos de escena programados (niños, playa y nieve, retrato nocturno, etc.), o si queremos entrar en los modos artísticos.

En el momento de redactar este artículo, en la Olympus E-30 se dispone de 6 modos artísticos:

  • Enfoque suave
  • Tonos claros
  • Color pálido
  • Estenopeico
  • Blanco y Negro antiguo
  • Pop Art

Nada parece impedir que más adelante se puedan incorporar más modos artísticos vía firmware, ya que en definitiva simplemente cada modo no es más que un conjunto de instrucciones al procesador. Así, se podría llegar a un banco de efectos artísticos bastante más amplio, del orden de los 11 modos de escena programados ya disponibles en la E-30, o de los 19 de la Olympus Tough 800. Si el espacio de almacenamiento interno fuera un problema, creo que técnicamente podrían almacenarse en la tarjeta (por ejemplo, en la XD), aunque esta solución ya me parece más complicada.

Al seleccionar uno de ellos, la cámara ajusta el procesador para producir el efecto deseado.

Se puede activar el Live-View o no, como se quiera, pero personalmente recomendaría que siempre que se utilicen los modos artísticos se utilice el Live-View.

¿Por qué?.

Muy fácil: porque la pantalla muestra exactamente el efecto que se va a producir; es decir, no se muestra la imagen captada por el sensor, sino cómo quedaría la imagen tratada por el procesador; y ahora viene lo mejor: sí que se puede manipular la imagen en cierta medida, y en la pantalla siempre estaremos viendo la imagen final.


¿QUÉ PODEMOS MODIFICAR?

Sí, afortunadamente no se deja todo al control de la cámara, ¡todavía podemos hacer bastantes cosas para incluir en el efecto que queremos crear!:

  • cambiar el ISO
  • compensar la exposición +/-
  • cambiar el modo de medición de la luz (puntual, ponderada al centro, matricial, ajustada a las altas luces o a las sombras)
  • cambiar el balance de blancos
  • cambiar la combinación de velocidad y apertura, manteniendo fijo el valor EV

Es decir, que a la cámara le dejamos el procesado, pero podemos influir muchísimo en el mismo momento de la toma. Además, pequeñas modificaciones en los ajustes que hayamos hecho en el momento de la exposición tendrán un efecto muy acentuado después de aplicar el modo artístico (por ejemplo, el balance de blancos puede afectar profundamente al modo Pop Art, o la compensación de la exposición al modo de Blanco y Negro antiguo).

Como dije antes, en el momento de hacer la toma, la cámara guarda dos imágenes: el raw original, y el jpg procesado.


Veamos ahora qué producen los seis modos artísticos disponibles.

TOMA SIN APLICAR NINGÚN MODO ARTÍSTICO


La toma original es bastante insulsa, no tiene nada de especial, pero por eso precisamente puede servir para olvidarnos del motivo y centrar nuestra atención en el procesado


BLANCO Y NEGRO ANTIGUO


Como vemos, la imagen generada tiene un contraste extremadamente acentuado, pérdida de nitidez y un fuerte “grano digital” muy grueso, al estilo de una película antigua de blanco y negro de 400-800 ISO forzada a 1.600.

En mi experiencia he comprobado que el procesado deja intencionalmente zonas absolutamente quemadas y otras absolutamente negras, incluso partiendo de imágenes con un contraste moderado como la del ejemplo.

Particularmente encuentro este modo un poco extremo para mi gusto, aunque quizás puede tener mayor sentido en retratos de varones en los que se busque reforzar el “carácter” del sujeto, reforzando las líneas de expresión a través de un gran contraste y grano grueso.

Como señalé más arriba, en este modo pequeños cambios en la exposición tienen un efecto muy acentuado en la imagen resultante. Por ejemplo, simplemente subexponiendo -0,5EV se obtiene un resultado muy diferente:

Al contrario de lo que se podría suponer de antemano, he encontrado que las diferencias de ISO, incluso tirando a 3200, no afectan significativamente a la calidad del “grano digital”.


COLOR PÁLIDO

Este modo artístico genera unos tonos pastel pálido subiendo la exposición general casi un punto -sin llegar a quemar las luces-, disminuyendo notablemente la saturación general del color y dejando una dominante azul clara, dando un aire más delicado y poético a la totalidad de la imagen.

Este modo puede ser interesante en retratos de sujetos con piel y pelos claros en situaciones de iluminación uniforme. No obstante, te tiene que gustar esa ligera dominante azul clara.



TONOS CLAROS

Al contrario de lo que podría suponerse por el nombre, este modo no sube la exposición general de la imagen, sino que lo que hace básicamente es subir las sombras en poco más de 1EV, manteniendo las luces, y por tanto disminuyendo el contraste. También baja un poco la saturación general del color, y mantiene la nitidez.

He encontrado este modo interesante para retratos femeninos porque en definitiva no deja de ser un retrato “en clave alta” pero sin llegar a quemar las luces ya que no sube la exposición general; además la textura de la piel queda suavizada por la reducción de contraste.

Otra aplicación que me ha gustado es en fotos de interiores, ya que mejora notablemente las zonas oscuras sin introducir excesivo ruido en las sombras, a la vez que mantiene una nitidez aceptable.

Lo mismo es válido para escenas exteriores muy contrastadas con fuertes luces y sombras, que se benefician de un menor contraste al iluminar las sombras.

No he tenido ocasión de probarlo, pero pienso que puede ser un modo muy conveniente para fotografía de bodas.


ENFOQUE SUAVE

Este modo intenta replicar el efecto de los filtros difusores utilizados sobre todo para retrato. Lo que hace básicamente es difuminar la imagen, a la vez que sobreexpone la toma alrededor de +0,5EV y reduce un poco la saturación.

Puede ser útil para retratos o fotos de novias, aunque particularmente, lo veo un poco exagerado y con mucho “flu”, ya que en la práctica elimina casi todas las arrugas de expresión. Sin embargo a mi suegra le gustan los resultados.

También puede ser interesante en fotografías de paisaje para simular o potenciar el efecto de la niebla.

Si se sobreexpone la toma, el efecto final se acentúa (aquí con +0,7EV)



ESTENOPEICO

Este modo recrea las imágenes obtenidas con cámaras con objetivos de baja calidad, con viñeteos y aberraciones cromáticas. Para ello crea un fuerte y notable marco oscuro alrededor de toda la imagen que se difumina entre tonos verdosos y amarillos, subexpone alrededor de medio punto sin llegar a empastar totalmente los negros y reduce el contraste. Crea una significativa dominante verde oscura, no del todo desagradable, y mantiene la nitidez.


Este modo es muy sensible a los ajustes del balance de blancos, y también en buena medida a los ajustes de exposición. En el ejemplo a continuación, ajustando el balance de blancos en sombras y compensando +1EV.



POP ART

Es el modo artístico que tiene el nombre más obvio, ya que lo que hace básicamente es incrementar la saturación del color, fundamentalmente de los rojos y azules. No altera la exposición ni la nitidez.

Lógicamente este modo es sensible sobre todo a las modificaciones en el balance de blancos. En los ejemplos a continuación aparece la imagen con el balance de blancos en fluorescente y en sombras, respectivamente.



Jugando solo con la exposición también se pueden obtener efectos interesantes (en este ejemplo, con el balance de blancos automático, como la toma original, pero subexponiendo dos puntos).



RESUMEN

En resumen, por primera vez disponibles en cámaras réflex digitales, Olympus ha puesto en manos de sus usuarios una serie de recursos de fácil aplicación y que pueden crear imágenes muy diferentes a partir de la misma escena.

Utilizarlos o no ya depende de cada uno. No son la panacea ni la foto final siempre saldrá como uno querría, pero creo que con moderación pueden tener algunas aplicaciones interesantes.

2 comentarios:

  1. Perfecto miguel, un gran trabajo, muchísimas gracias por tus explicaciones.

    Has llegado a la misma conclusión a la que llegue con la 620, los filtros están ahí y son buenos, luego que los use el que quiera, a mi cada vez me gusta menos estar delante de un pc precesando y revelando fotos.

    Gracias Miguel

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  2. Hombre, yo creo que es evidente, como las lentejas, pero definitivamente no creo que perjudique tener algo o devalúe la cámara, se puede considerar más o menos útil, pero nunca negativo.

    Por cierto, ¿qué dirá tu suegra de este artículo? Jajajaja

    Saludos.

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