Por sus características, las Olympus Pen son idóneas para fotografía urbana: pequeñas, ligeras, fácilmente manejables con una sola mano, poco agresivas, o como dicen los angloparlantes "inobstrusivas"...
Así que decidí sacarla a pasear por las calles del invierno de Madrid.
La configuración que utilizo de partida como "configuración urbana" es la siguiente:
- objetivos: cualquier focal menor de 50mm. Por su tamaño, para este tipo de fotografía urbana, es ideal el m.Zuiko 17mm f/2.8, o en su defecto el Lumix 20mm o el Zuiko 25mm f/2.8. En manuales, va muy bien bien con el Sigma mini-wide 24mm f/2.8, algún 28mm o 35mm pequeños (como los Zuiko OM o Canon Fd, por ejemplo), o como mucho algún 50mm pequeño (como el Zuiko OM 50mm f/1.8, por ejemplo).
Otros parámetros:
- monocromo
- contraste +2
- nitidez +2
- filtro verde
- filtro de ruido desactivado
- f/8
- fotometría: suelo usar ponderada al centro
- modo de disparo: prioridad a la apertura
- ISO automático
- enfoque manual a 2 metros (si estamos utilizando un objetivo AF, se puede enfocar con S-AF a algo más o menos a esta distancia, e inmediatamente pasar la cámara a MF)
- reajuste del objetivo (si estamos con objetivos AF): off. Esto impide que cuando apaguemos la cámara el objetivo se retraiga y perdamos el enfoque a 2 metros.
Así que con esta configuración salimos a la calle, y éstos son los resultados con el m.Zuiko 17mm (como siempre, pulsando en las fotos las podéis ver en tamaño grande):
Como véis, con esta configuración es perfecta para disparar directa y discretamente desde la cintura, aunque también se puede llevar la cámara a la altura de los ojos.
El visor óptico Olympus VF-1 está especialmente diseñado para el m.Zuiko 17mm, formando un conjunto totalmente armónico con las Pen, reforzando su aspecto clásico. Pero además, algo que muchos no saben, es que el campo de visión de este visor se ajusta también al Panasonic 20mm. Esto es así porque, como en los visores telemétricos clásicos, a través de él se ve un poco más que lo que vamos a sacar con el 17mm (la zona del fotograma aparece resaltada por unas líneas brillantes en el visor), lo que permite "anticiparse" a la toma, viendo lo que va a entrar o salir del encuadre. Así que tenemos el 17mm encuadrado, mientras que la visión completa del visor se ajusta muy bien al 20mm.
Si se va a usar el visor óptico VF-1 recomiendo desactivar el LCD trasero, para que esté siempre en negro. Esto se puede hacer asignando esta función a algunos de los botones programables. No he probado el visor electrónico.
Con esta configuración conseguimos una cámara absolutamente silenciosa y discreta, con la que no perdemos tiempo en el arranque ni en el AF. Al disparar a f/8 y a 2 metros tenemos garantizada una gran profundidad de campo, y al poner el ISO automático la cámara nos va a proporcionar una velocidad de obturación suficientemente rápida. Además, como estamos tirando en blanco y negro, no hay que asustarse del ISO. En esta configuración yo subo el máximo al que la máquina puede llegar en automático hasta 3200.
Como véis, no son fotos especialmente cuidadas (además, en la mano izquierda llevaba un par de bolsas y los dos niños que véis en la foto anterior), sino que están hechas sin más pretensiones que mostrar las posibilidades de esta "configuración urbana".
Por último, hay que recordar que a partir de esta configuración también podemos aplicar sobre la marcha cualquiera de los filtros artísticos que nos facilita la cámara (estenopeico, enfoque suave, etc.), en este caso, con objeto de potenciar las nubes y el contraste ya de por sí acentuado con esta configuración, he aplicado el filtro de blanco y negro antiguo:
Y una muestra con un objetivo manual Yashica DSB 55 f/2, en el que como véis la profundidad de campo es notablemente menor:
En definitiva, otra fantástica posibilidad que nos brindan las Pen. Merece la pena que lo comprobéis por vosotros mismos.
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